El Asesoramiento Financiero Independiente surge en los mercados financieros más avanzados, como los anglosajones. No es casualidad que sea en estas sociedades anglosajonas donde hay más presencia de fundaciones patrimonialistas, entendidas como un patrimonio asignado a largo plazo a la realización de un fin social concreto.
Y esto es así porque, si bien el conflicto de interés o la baja profesionalización en la gestión del ahorro nunca es deseable, aún lo es menos en patrimonios que han de ser gestionados de una manera que respondan al fin para el que fueron constituidos. Es importante entender la necesidad de que los patrimonios adscritos a un fin fundacional han de perdurar en el tiempo, velando porque puedan beneficiar a las generaciones venideras, al mismo tiempo que genera una rentabilidad adecuada para satisfacer los fines fundacionales en el presente. Por todo ello, los reguladores entienden que evitar conflictos de interés es vital para una adecuada gestión de estos recursos, que, en última instancia, termina redundando en beneficio de toda la sociedad.
Para ir implementando las mejores prácticas en la gestión del patrimonio de las Fundaciones, la CNMV ha ido emitiendo una serie de recomendaciones a lo largo de los últimos años. La más destacable es el código de conducta de la CNMV sobre las inversiones financieras temporales por parte de entidades sin ánimo de lucro (Mutuas, Fundaciones, Asociaciones, Colegios Profesionales) contempla lo siguiente:
- Se considera, en general recomendable, contar con asesoramiento externo que deberá velar por que éste ofrezca suficientes garantías de competencia profesional y de independencia, y porque no se vea afectado por conflictos de interés.
- En el caso de que el volumen de la cartera sea significativo (10M€) se recomienda la constitución de un comité de inversiones que estará integrado por tres miembros. Dos de los cuales con conocimientos técnicos y experiencia suficiente.
- En caso de tener un volumen significativo, deberá contarse con una función de control para comprobar el cumplimiento de la política de inversiones y comprobar que cuentan en todo momento con un sistema adecuado de registro y documentación de las operaciones y de custodia de las inversiones. Dicha función debería contar con suficiente autoridad e independencia y desarrollarse por personal con conocimientos adecuados o delegarse en entidades especializadas.
De todo esto se puede razonar que la CNMV considera que una entidad que no genere conflictos de interés vela de una manera más adecuada por el patrimonio fundacional. En este sentido, las entidades que ofrecen asesoramiento independiente son las únicas que puede garantizar que no hay conflicto de interés ni frente al producto, ni frente al depositario, ni frente al riesgo asumido. El modelo de negocio de Diaphanum encaja plenamente en las recomendaciones de la CNMV. Nuestra vocación es ofrecer asesoramiento independiente, sin conflictos de interés y de forma transparente. Somos de los pocos asesores independientes, sin producto propio y sin depositaría. Ofrecemos un servicio a medida de las necesidades de la fundación, nos incorporamos como miembros a los comités de inversiones y ayudamos al mismo a la elaboración de actas, informes, estrategias de gestión y, además, podemos prestar labores de consolidación y control de posiciones en distintas entidades.
Hugo Aramburu